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Antorus, el Trono Ardiente

Encuentros

  • Rompemundos garothi – Construida en las profundidades del núcleo de Argus y equipada con un arsenal capaz de diezmar mundos, esta máquina de guerra ha sido diseñada con un único propósito: frustrar la invasión de los mortales.
  • Canes manáfagos de Sargeras – F'harg y Shatug, imbuidos de fuego y sombras, son las preciadas mascotas de Sargeras. Criados para la brutalidad, estos canes se deleitan destripando a los enemigos de su amo. El Ejército de la Luz y sus aliados avanzan hacia Antorus, y la Legión se dispone a soltar a esas despiadadas bestias en el campo de batalla para poner fin a la invasión de los mortales.
  • Alto Mando antoran – Tiempo atrás, en la época dorada de la civilización eredar, se formó un consejo para supervisar la defensa de Argus y mantener la paz. No obstante, tras llegar a un oscuro acuerdo con Sargeras, estos maestros tácticos emplearon su pericia militar en ayudar a orquestar una Cruzada Ardiente que asolaría infinidad de mundos. Ahora, todo el ejército de la Legión está bajo su mando, y usan este terrible poder para aniquilar a cuantos se opongan a la voluntad del Titán Oscuro.
  • Guardiana de los portales Hasabel – La guardiana de los portales Hasabel mantiene el Nexo a través del cual la Legión ha lanzado a sus insidiosos ejércitos sobre incontables mundos. Gracias a unos portales que dan acceso a una miríada de ubicaciones estratégicas a lo largo y ancho de la Gran Oscuridad del Más Allá, Hasabel puede usar el poderío del arsenal de la Legión contra quienquiera que le haga frente.
  • Eonar, la Patrona de la Vida – Aunque la Patrona de la Vida fue abatida por la hoja de Sargeras, su esencia escapó de las garras del Titán Oscuro. Después de que Eonar pasara varios milenios oculta y aislada, la Legión ha descubierto su santuario. Si su alma cae en manos del enemigo, los poderes de la naturaleza y del crecimiento de Eonar se corromperán, y la Cruzada Ardiente será imparable.
  • Imonar Cazador de Almas – El infame Imonar es el sabueso de la Legión, capaz de rastrear a su presa a través del cosmos. Cuenta con un amplio repertorio de artilugios y trampas, nunca ha fracasado en su misión... Y desde luego, no está dispuesto a mancillar su impoluto expediente con el último encargo.
  • Kin'garoth – Todas las máquinas de guerra de la Legión surgen de la mente perturbada de Kin'garoth. En su afán por crear instrumentos de muerte, Kin'garoth entregó su propio cuerpo a la maquinaria de producción para conseguir un suministro de destrucción inacabable. A instancias del señor oscuro de la Legión, el febril genio de Kin'garoth ha desarrollado una nueva superarma que se dispone a usar contra el Ejército de la Luz.
  • Varimathras – Varimathras era uno de los Señores del Terror que supervisaban a las tropas de la Legión en la Tercera Guerra, y no logró detener al Rey Exánime. Accedió a una malograda alianza con Sylvanas Brisaveloz, e hizo un último intento de conquistar el poder antes de su humillante derrota. Como pago por sus errores, el Aquelarre shivarra ha torturado a Varimathras. Las vengativas hermanas lo han despojado de carne y cordura, dejándole solo el deseo de hacer sufrir a los mortales que lo condujeron a su perdición.
  • Aquelarre shivarra – Tras comprobar que las hermanas del Aquelarre eran las más devotas y depravadas de entre sus seguidores, Sargeras les confió la ruin misión de pervertir las mentes de los titanes caídos para conseguir un Panteón Oscuro imparable. Cada una emplea su propio estilo de tortura, que arranca de sus víctimas unos gritos que resuenan por todo Antorus. Dicen que no hay mortal ni demonio que pueda resistirse a sus susurros, y que solo es cuestión de tiempo que la voluntad de los titanes sea doblegada.
  • Aggramar – Aggramar, antaño noble Vengador del Panteón, fue abatido por Sargeras y renació como un titán de destrucción. Ahora se encuentra en el corazón de Argus, protegiendo un poder que podría destruir el universo. Ni siquiera a los demonios se les permite entrar en las salas del titán y, si algún mortal es lo bastante osado como para infiltrarse, quedará reducido a cenizas por Taeshalach, la hoja ardiente de Aggramar.
  • Argus el Aniquilador – Atado. Sometido. Sin conocer más que el dolor durante eones de existencia. Un alma quebrada que alimenta una maldad infinita. El maestro te llama. Levántate... ¡Levántate! Da comienzo al fin de todas las cosas.

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