Ve'nari dice: Adiós. No le digas a nadie que me has visto. Y si te ves de nuevo en medio de este torbellino de pesadumbre, espero que traigas algo interesante con lo que comerciar.
Ve'nari dice: Ah, me preguntaba qué buscaban los jurafauces. Tú eres la criatura mortal que entró en tromba y frustró los festejos del Carcelero.
Ve'nari dice: Ahora que el Carcelero sabe de ti, lo tienes crudo. Si haces algo reseñable en Las Fauces, captarás su atención. Y eso es lo que menos necesitamos ahora.
Ve'nari dice: Ahora que sabemos que hay mortales capaces de abandonar este reino, de repente me encuentro en, digamos, una posición envidiable.
Ve'nari dice: Ándate con cuidado cuando la Mirada del Carcelero te vigile, mortal. ¡Perder a alguien con tamaño potencial me resultaría de lo más inoportuno!
Ve'nari dice: Basta de risas. Reúne la estigia que necesito y vuelve de inmediato. ¡Tu clave te espera!
Ve'nari dice: Como veía venir tu petición, da la casualidad de que ya tengo aquí un dispositivo de portal que lleva a la torre.
Ve'nari dice: Cuarta regla: lleva una lista de quienes quieran acabar contigo. No te emociones; tu presencia en esta lista es de las menores preocupaciones de los oficiales jurafauces.
Ve'nari dice: Descubre lo que puedas en los túneles, mortal. Mi investigación continúa.
Ve'nari dice: El olor a ánima delata tu presencia en el Bastión de la Perdición, mortal. ¡Vete!
Ve'nari dice: Es sorprendente lo que una llega a encontrarse en Las Fauces. Sé reconocer algo valioso cuando lo veo.
Ve'nari dice: Es un hecho. Somos cómplices. Hasta que se apague nuestra última llama.
Ve'nari dice: Esta clave atenuará tu olor en sus túneles. Tráeme las runas que animan a estos demonios para que pueda comprender mejor su función.
Ve'nari dice: Hay mucho bullicio en el Bastión de la Perdición. ¿Por qué?
Ve'nari dice: He de confesar que no tenía claro si volverías. No te lo tomes como un cumplido.
Ve'nari dice: La buena noticia es que estás a salvo en mi refugio. Fuera no tanto. No olvides que si te sucede algo trágico, parte de esa valiosa estigia se te escapará entre los dedos.
Ve'nari dice: Mi cártel lleva tiempo enviando agentes a Las Fauces. Es peligroso, pero mi gente le encuentra cierto atractivo a la posibilidad de obtener información valiosa.
Ve'nari dice: Mi lista empieza con un inquisidor. Ha subido de posición. Estaría de lo más agradecida si tus acciones pusieran fin a su existencia.
Ve'nari dice: No deberías quedarte aquí. Al Carcelero no le gusta que le quiten sus juguetes... Ni siquiera los que ha desechado. ¡Vamos, vuelve a Oribos!
Ve'nari dice: No me preguntes de dónde ha salido. Tómalo como un gesto de buena voluntad que ahora tendrás que devolver. Espero con impaciencia nuestras futuras transacciones.
Ve'nari dice: No temas, mortal. Un día lejos de su mirada, como mucho, y el Carcelero prestará atención a otra cosa. Entonces podrás salir de nuevo. Para conseguir estigia. Para mí.
Ve'nari dice: No tienes el equipo necesario para las Madrigueras de las Bestias. ¡Vete!
Ve'nari dice: Prescindiré de las advertencias habituales, ya que de nada servirían, habida cuenta de tu inusual combinación de valor e insensatez.
Ve'nari dice: Primera regla: ten siempre una estrategia de salida. Para sobrevivir en Las Fauces, hay que tener un plan de huida en todo momento.
Ve'nari dice: Primero los buscadores de almas irán a por ti. Luego las torres y sus asesinos. Y después... Bueno, mejor que no lo sepas. Necesitas precisión y meticulosidad para sobrevivir.
Ve'nari dice: Quinta regla: sé audaz cuando haga falta. Los jurafauces casi nunca se lo esperan.
Ve'nari dice: Reconozco lo irónico de crear esta regla a pesar de mi incapacidad para salir de este lugar. Puedes reírte unos segundos, no me ofenderé.
Ve'nari dice: Resumiendo: no me traiciones.
Ve'nari dice: Segunda regla: no llames la atención. La teatralidad no tiene cabida en Las Fauces. Entra, coge lo que buscas, sal... y procura conservar tus extremidades.
Ve'nari dice: Séptima regla: la traición es inevitable, incluso entre amigos. Especialmente entre amigos.
Ve'nari dice: Sexta regla: usa nuevos medios de ocultación. Los jurafauces siempre idean formas de encontrarnos.
Ve'nari dice: Si descubren que trabajas conmigo, me da que te liquidarán con gusto con el solo propósito de perjudicarme a mí.
Ve'nari dice: Si te topas con otros miembros de mi cartel en las Tierras Sombrías, no te fíes de ellos.
Ve'nari dice: Tercera regla: la confianza se gana y la información tiene un precio. ¿Recuerdas la clave que te di? Estás en deuda conmigo.
Ve'nari dice: Toma esta clave experimental. Si funciona como espero, no sufrirás una muerte súbita al entrar en el Bastión de la Perdición. Probablemente.
Ve'nari dice: Torghast, ¿eh? En cuanto te dije que ahí dentro tenían a tus amigos, sabía que era cuestión de tiempo que vinieras a pedirme ayuda.
Ve'nari dice: Y en mi cártel no llevan muy bien eso de la envidia. Los mismos que me enviaron aquí hace años, envían ahora a asesinos para eliminarme.
Ve'nari dice: ¿Creías que se iban a fiar de la palabra de un asesino?
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